En el mundo empresarial de hoy en día, que se transforma rápidamente, parece que la única constante es el cambio. La innovación es muy importante en todos los campos y no solo en ciencia. Las tendencias y necesidades de la gente cambian constantemente, por eso, es muy importante reconocerlas y adaptarse a ellas para seguir abasteciéndolas. Blockbuster y Kodak son ejemplos de empresas que, años después de liderar el mercado, tuvieron que declararse en bancarrota porque no supieron leer bien las tendencias y amoldarse a las necesidades del consumidor. La innovación es clave para adaptarse a los cambios de la sociedad.
En MIT (Massachusetts Institute of Technology), desarrollé una dispositivo médico o «pastilla» de insulina para diabéticos, que permite administrar insulina y otros fármacos en el estómago evitando su degradación y proporcionando una alternativa a las inyecciones. En marzo de este año la pastilla de insulina empezó a ser testada en ensayos clínicos, espero que en unos años la podamos ver en el mercado.
Depende del concepto. Cuando desarrollé la pastilla de insulina en MIT, empezamos definiendo el problema que queríamos resolver e hicimos muchas sesiones de brainstorming en equipo. En dichas sesiones hacíamos muchas actividades en pequeños grupos para generar muchas ideas, aquellas ideas más votadas las convertíamos en bocetos para mas tarde diseñar los prototipos iniciales. En mi puesto actual, sigo a diario las innovaciones del sector farmaceutico, en especial aquellas del sector de terapia génica para poder identificar tecnologías con potencial de tratar enfermedades raras que actualmente no tienen tratamiento.
Es muy importante tener en cuenta la funcionalidad. En el campo de dispositivos médicos, hay muchos dispositivos que acaban fallando o no siendo usados en el mercado porque a pesar de que sean muy psicodélicos, no son necesarios. Es importante no perder perspectiva del objetivo de la innovación y tener bien definido (y validado) el problema que pretendemos resolver.
A veces recurro a la literatura científica u otros artículos, otras veces me he visto inspirada asistiendo a conferencias o sencillamente hablando de ciencia con los compañeros mientras comemos o nos tomamos un café.
Miles de problemas se han resuelto gracias a la innovación. Hace 20 años no sabíamos que era un «smartphone» y ahora no podemos vivir sin ellos porque nos facilitan muchísimas tareas, ya no necesitamos una cámara de fotos porque también la tenemos integrada en el teléfono que es mucho más práctico y así no necesitamos llevar tantos «gadgets».
Tener la mente abierta a nuevas tecnologías, me gusta atender seminarios, conferencias y otros eventos científicos para estar al día de los constantes avances de la ciencia. Además de la ciencia, es importante también entender el proceso regulatorio, los intereses de los inversores y el sistema de reembolso de las entidades sanitarias de los distintos países.
En el laboratorio muchos experimentos fallan constantemente. Los primeros prototipos de la pastilla de insulina que diseñamos no se parecen casi nada a la versión actual. Es cuestión de ser persistente y cambiar las distintas variables para optimizar la innovación. Igual de importante es tener «feedback» de los pacientes y consumidores. Para otro de los dispositivos (un parche bucal) que desarrollé en MIT, realicé un estudio clínico con 100 voluntarios. El objetivo era identificar dónde preferían los pacientes que se les aplicase el parche dentro de la boca y confirmar si los voluntarios preferirían recibir medicamentos a través de nuestro parche o de una inyección. El estudio clínico no solo me permitió contestar las preguntas que diseñé para el estudio, sino que me permitió sacar mucha información de los comentarios de los voluntarios, sobre sus preocupaciones, la usabilidad del dispositivo en base a las diferencias interpersonales, etc. y me permitió usar el aprendizaje para mejorar el dispositivo.
Escríbenos y en breve nos pondremos en contacto contigo.
O si lo prefieres, llámanos al 914 52 41 00