Entrevista a Linda Jeschofnig fundador de Hands-On Labs.

Mi nombre es Linda Jeschofnig. Mi empresa es Hands-On Labs.

¿Cómo ha surgido Hands-On Labs?

Mi esposo y yo somos educadores jubilados. Peter era profesor de ciencias y yo era profesor de contabilidad y negocios. Hace años, cuando vivíamos en Leadville, Colorado, Peter tenía muchos estudiantes que simplemente no podían cruzar los puertos de montaña para estar en los laboratorios.

¿Qué hacéis en Hands-On Labs?

Desarrollamos un kit de ciencias que realmente replica el tipo exacto de experimentos, utilizando exactamente los mismos productos químicos y suministros que los estudiantes harían en el campus físico. La única diferencia es que utilizan pequeñas cantidades que son seguras, que se pueden enviar a pesar de que son productos químicos potencialmente peligrosos como el ácido clorhídrico o el nitrato de cobalto entre otras cosas.

¿Cómo fueron vuestros inicios?

Cuando comencé esto, era yo y realmente no estaba preparado para obtener grandes ganancias. Solo estábamos tratando de cubrir nuestros costes. Ahora tengo como 50 personas cuyas vidas y familias dependen de que manejemos bien esta empresa. Además de cientos de colegios y universidades en todo Estados Unidos cuyos estudiantes realmente necesitan lo que hacemos.

Así que hay una obligación, hay una responsabilidad. Pero nos sentimos bien con lo que hacemos.

¿Cuál es tu rol en la empresa ahora?

Hoy en día, mi papel es más el de promover la educación científica y ayudar a las personas que trabajan para nosotros a hacer bien su trabajo y continuar haciendo que nuestros productos sean aún más efectivos.

Me siento como Andre Previn dirigiendo ahora en lugar de estar en la orquesta y tocar un instrumento.

¿Qué recomendaciones darías a los emprendedores?

Una ventaja de ser un emprendedor es que te da la oportunidad de vivir tus valores. Y nuestro legado es que estamos sirviendo a una educación científica de calidad. Estamos ayudando a reducir el analfabetismo científico en el mundo.

No solo estoy haciendo algo de lo que me siento orgullosa, sino que me ha dado la oportunidad de hacer amigos con otras mujeres empresarias que comparten mis problemas y podemos hablar abiertamente sobre ellos.

Creo que muchas chicas, especialmente mi generación, son criadas pensando que los hombres tienen algún tipo de conocimiento secreto que no conocemos y lo siento chicos, ¡he aprendido que eso no es cierto! (risas) Si estás rodeado de mujeres brillantes que entienden, han estado allí, tienen los mismos problemas, tener ese apoyo de otras mujeres emprendedoras ha sido invaluable para mí.