Debería estar mucho más presente en todos los ámbitos de la vida y en todos los colectivos sociales. Comprobamos diariamente que los países, empresas o entidades innovadoras son aquellas que impulsan las mejoras en la sociedad, en las personas y en la competitividad de éstas. Por lo tanto, aquellas que no lo hacen están en clara desventaja. Clara desventaja que provoca no sólo la desaparición o el retroceso de estas entidades o países, sino el desequilibrio y la aparición de brechas en la sociedad, creando grandes desigualdades entre las personas, y entre diferentes colectivos, como son la brecha de género o la brecha digital con nuestros mayores. Desde una visión macro, los países con mayor inversión en I+D están generando empleo de mayor calidad y cualificación.
La Fundación Capgemini en sí misma. La innovación está en el ADN de la Fundación Capgemini desde su origen, en su propósito. Es la primera entidad sin ánimo de lucro del grupo Capgemini y somos conscientes de que a través de nuestro conocimiento y metodologías de innovación podemos construir ecosistemas de personas o entidades muy diferentes con los que buscar nuevas soluciones para ayudar a hacer de ésta una sociedad más equitativa y solidaria, más sostenible e inclusiva. Desde la Fundación estamos impulsando y desarrollando proyectos de innovación social que mejoren la vida de las personas más necesitadas, proyectos de impacto social. Pero también estamos ayudando a que las personas y las entidades sean más innovadoras, ayudándoles en su proceso de transformación interna.
Nosotros nunca innovamos solos, siempre lo hacemos de la mano de nuestro ecosistema social. Para ello, primero tenemos que trabajar alrededor del reto, analizar las metodologías más apropiadas para llevarlo a cabo, rodearte de los equipos adecuados y no ponerse límites.
Durante el proceso hay espacio para ambos. Pero si queremos ser disruptivos y ambiciosos, durante la primera fase debemos pensar exclusivamente en la creatividad, ya habrá tiempo de poner el foco en la parte funcional.
La Innovación está en todo lo que nos rodea. Es muy importante saber escuchar y tener los ojos bien abiertos hacia nuestro entorno. Debemos separarnos del “mundo de las operaciones” que es más reiterativo y situarnos en el “mundo de la creatividad”, donde reflexionar y trabajar en la búsqueda de soluciones que hagan posible el cambio.
Hoy, más que nunca, vivimos en una sociedad en continua transformación. Una sociedad inestable con grandes incertidumbres. Detrás de estos desafíos globales, las personas vulnerables son las más afectadas por esta transformación. Desde la Fundación Capgemini tenemos un gran reto para hacer una sociedad mejor. Este es nuestro desafío. Necesitamos pensar diferente para encontrar soluciones diferentes. Soluciones que den respuesta a los nuevos retos de la sociedad. Desafíos complejos que no podemos hacer solos. Por esta razón, estamos trabajando en Laboratorios de Innovación con nuestros ecosistemas sociales para identificar algunos de estos desafíos sociales y promover soluciones para ellos.
La innovación es un continuo aprendizaje, por eso lo trabajamos diariamente con los equipos, pero también con el resto de stakeholders que tienen impacto en nuestra actividad. Debemos conseguir que las personas claves de nuestro entorno sean conscientes del valor diferencial que tiene la innovación.
Cada proyecto tiene “insights” que, por diferentes razones, no siempre son viables en el proyecto donde inicialmente se generó, pero que, sin embargo deja un poso que emerge en los siguientes proyectos. Es un continuo aprendizaje que nos hace evolucionar, seguir creciendo, prepararnos de forma continuada.
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